martes, 28 de febrero de 2012

ELECCIONES Y CUENTOS

PROF. HAROLDO QUINTEROS. DIARIO 21, 1 DE MARZO DE 2012.


ELECCIONES Y CUENTOS.

El gran poeta y prosista chileno Carlos Pezoa Véliz, rebelde incorruptible y amigo a toda prueba de los pobres, murió en su ley en 1908, en la más extrema pobreza, exonerado, discriminado, y de tuberculosis. Al morir, apenas tenía 28 años de edad. Pezoa fue un acerbo crítico de la contingencia social de su época, sin faltar nunca a su conciencia ni a la verdad. En una de sus últimas prosas, escribía: “¡Cuántas hermosas palabras (de los candidatos)…! Los derechos del pueblo … las instituciones republicanas… y otras, igualmente halagadoras para los oídos de las masas, que por el tiempo de elecciones son como campanitas sugestionantes, echadas a vuelo en la gloriosa fiesta de las mentiras agradables … Oídme. Desde el primero al último, todos os engañan…” Duras estas palabras pronunciadas hace más de cien años, pero, cómo negar su pertinencia hoy, cuando el poder del gobierno, al igual que en esos tiempos, se lo disputan principalmente sólo dos fuerzas políticas, que en nada realmente importante se diferencian entre sí. Imagínense, por ejemplo, que el actual Presidente de la República, Sebastián Piñera, hubiese hecho este discurso en las ciudades y pueblos que visitó en su campaña: “Compatriotas, no puedo prometerles que terminaré con la puerta giratoria que deja libre a los delincuentes casi inmediatamente después de haber cometido sus fechorías; menos puedo prometerles que a los delincuentes se les acabará la fiesta. La delincuencia tiene principalmente su origen en la pobreza, y para terminar con ella, yo tendría que recuperar para el Estado las empresas que fueron suyas en el pasado y ordenar una profunda reforma tributaria. Eso no lo aceptarán los partidos que apoyan mi candidatura, ligados a los sectores macro-económicos mayores del país. Como no haré esto, tampoco podré eliminar el 7% de cotización de salud para todos los jubilados. Así que cuando ustedes me elijan Presidente, libraré de ese pago sólo a la quinta parte de los jubilados, o quizás menos. No tendrán este beneficio los jubilados de Dipreca y Capredena, ni ninguno que no pertenezca al menos del 20% del sector del país de menores ingresos. Yo no soy un demagogo ni un mentiroso, así que no voy a mentirles, aun a riesgo que no voten por mí.” Obviamente, si Piñera hubiese hablado así, no habría ganado las elecciones. No obstante, el candidato de la Concertación las perdió porque también faltó a la verdad. Quizás Frei habría tenido mejor suerte si hubiese hablado más o menos así: “Tenemos que admitir que no cumplimos la promesa de hacer todo lo posible por terminar con la espuria constitución de la dictadura, que consagra legalmente las inequidades sociales que existen en Chile. Peor aun, la refrendamos oficialmente e hicimos tratos con sus autores; es decir, con los que gobernaron en la dictadura. Llegamos al extremo de salvarles de la justicia internacional a su ídolo, el más sanguinario de los dictadores de la Operación Cóndor, Pinochet. Sin distinguirnos de la derecha en nada importante, seguimos su impronta privatizadora y entregamos las empresas sanitarias del Estado y el agua a privados, regalamos dos tercios de la explotación del cobre a empresas extranjeras, con una evidente pérdida de ingresos para el país. Otro grave error, entre muchos más, fue frenar el movimiento estudiantil y nacional por una educación gratuita y de calidad para todos en 2006, en lugar de encauzarlo hacia ese fin. Les prometo que como presidente, corregiré sin vacilaciones todos esos errores.”
No dijo eso, y el electorado, entonces, le dio la oportunidad a la derecha, a pesar que ella es la madre del orden político-institucional y económico causante de sus problemas. Fue así porque, simplemente, el país ya no creía en la Concertación. Ahora empieza a no creer en la Alianza, y …vuelta al carrusel eleccionario que gira sin parar en torno a sí mismo. ¿No es hora de dejar de votar por “tincadas,” o sólo por los candidatos de las grandes coaliciones, “para no perder el voto”? ¿No es hora ya de votar desoyendo las “campanitas sugestionantes” de Pezoa, y sólo hacerlo luego de haber reflexionado muy bien, con calma y con tiempo, sobre quiénes son realmente los candidatos, y qué intereses hay tras ellos?

sábado, 25 de febrero de 2012

ELECCIONES Y CHILENOS EN EL EXTERIOR

PROF. HAROLDO QUINTEROS. DIARIO 21, 16-02-12.

ELECCIONES Y CHILENOS EN EL EXTERIOR

Apenas instaurada la dictadura, sus juristas se dieron a la tarea de buscar la mejor forma de perpetuar el orden político y económico que ella impuso al país por la fuerza bruta. Redactaron, entonces, una constitución política, un perfecto traje a la medida que hicieron “aprobar” en una farsa plebiscitaria. La tal constitución no sólo consagraba aquel orden, sino, además, contenía las dos artimañas que garantizaban su inmutabilidad, el sistema binominal de elecciones y el impedimento de votar para cerca del millón de chilenos que vivían y aún viven fuera del país. Por supuesto, el truco sólo podía favorecer a su autora, la derecha política nacional, la mentora ideológica y gran beneficiaria de aquella dictadura. En efecto, por una parte, el binominalismo asegura un empate permanente entre dos coaliciones, lo que hace imposible cambiar la constitución por una que sea democrática y legítima. Así, nada importante cambiará nunca. El segundo expediente para eternizar el orden vigente es tan o más anti-democrático que el primero. Los chilenos que viven en el exterior no pueden votar en los países en que viven. Sólo pueden hacerlo en Chile, para lo cual tendrían que viajar hasta aquí con el solo objetivo de ejercer ese derecho. Ese es el burdo subterfugio legal que se tramó para simular esta odiosa discriminación. Son muchos los chilenos que viven o están fuera del país, estudiantes, trabajadores de todo tipo, turistas, funcionarios de gobierno y de organizaciones internacionales, etc. La total mayoría de ellos, empero, se relaciona con el masivo exilio que advino con la dictadura. Efectivamente, durante el gobierno de facto de Pinochet (sobre todo en sus primeros 10 años), una enorme cantidad de compatriotas, acompañados de sus familias completas, tuvieron que abandonar el país, en calidad de expulsados o perseguidos políticos. No todos pudieron volver, luego de echar raíces fuera de Chile. “¡Sancta simplicitas!” (en jerga chilena, “más claro, échale agua”). Lógicamente, esos chilenos, si realmente pudieran, no votarán por quienes los expulsaron de su patria. Así que, como diría el dictador… “¡que no voten, y se acabó!” Sin embargo, en todos los demás países que fueron regidos por las dictaduras del cono sur latinoamericano de los años 70 y 80 (Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Brasil) las cosas no son así. Sus estados, como todos los del mundo democrático, no ponen ninguna traba para que los nacionales que viven en el exterior ejerzan su derecho a voto en los países donde viven. Es más, uno de esos estados, el argentino, se apresta a otorgar a sus nacionales que viven fuera el derecho adicional de elegir y ser elegidos en todas las elecciones, en una nueva circunscripción que se llamará "Provincia 25." Vale decir, su condición de ciudadanos es completa. El sentido de la iniciativa es, por supuesto, acercar el Estado a los ciudadanos que se encuentran fuera. En Chile, es todo lo contrario. Al impedir que voten nuestros compatriotas que viven en otros países, se pretende alejarlos definitivamente del país, hasta hacerlos desaparecer como chilenos. La iniciativa argentina no es nada nuevo. Es una experiencia que ya viven muchos países, como Italia, cuyos ciudadanos en el extranjero eligieron representantes en las recientes elecciones legislativas del año pasado. La flaqueza democrática de Chile es realmente abisal. Ni siquiera la Concertación, que se supone se favorecería con el voto de los chilenos en el exterior, ha hecho lo suficiente por terminar con esta barbaridad. Los proyectos presentados por sus gobiernos fueron siempre de corto alcance, y han terminado entrampados en las dos cámaras del Parlamento. Además, ya existe el acuerdo entre la Alianza y la Concertación de no permitir representación parlamentaria a los chilenos que viven fuera del país. Hay, no obstante, una diminuta hoja de parra destinada a cubrir el abandono cívico en que se encuentran nuestros compatriotas lejanos. Es la “Dirección para la Comunidad Chilena en el Exterior (DICOEX),” una oficinita de gobierno, muy vaga en cuanto misión y objetivos. En suma, mientras a los chilenos en el exterior se les siga negando el derecho ciudadano de elegir a las autoridades políticas de su país, e, incluso, a ser elegidos, la DICOEX no sirve para nada. En verdad, no es sino una cortina de humo para ocultar, probablemente, la mayor vergüenza internacional de Chile.

lunes, 13 de febrero de 2012

EL LITIO DE CHILE PARA CHILE

PROF. HAROLDO QUINTEROS. DIARIO 21, 16-02-12.


¡EL LITIO DE CHILE PARA CHILE!


La medida más importante que tomó el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende fue la nacionalización del cobre. La recuperación para Chile de nuestro mayor recurso natural fue difícil; mas, sobre todo, valiente. Era, como principio, por una parte, alzarse contra el más poderoso imperio económico y militar del mundo, y por otra, echarse encima a la poderosa y pragmática derecha nacional, posesora de la mayor parte de las explotaciones industriales y comerciales del país, partidaria acérrima de las concesiones de nuestras riquezas básicas a empresas extranjeras, y, por añadidura, de una tradicional presencia e influencia política en las FF AA. El argumento para auto-negarse la soberanía chilena sobre el cobre era ésta: Nosotros, habitantes de un país periférico y de escaso desarrollo, no poseíamos el “know-how” ni la infraestructura material para explotar el metal. Necesitábamos, entonces, la “generosa ayuda” de los gringos para poder hacerlo. La experiencia de la explotación del cobre luego de su nacionalización probó la falsedad de ese argumento. La empresa estatal CODELCO, antes titular por ley de toda la explotación y comercialización de nuestro cobre, hoy apenas tiene un tercio de esa titularidad en virtud de la anti-patriótica Ley de Concesiones Mineras de 1981 (desde luego, impuesta al país en plena dictadura. Sin embargo, aun con ese solo tercio, ha sostenido y sigue sosteniendo al país en todos los aspectos imaginables. ¡Qué paradoja! Tenemos los yacimientos más grandes de cobre del mundo, y, sin embargo, el pueblo chileno sigue, día a día, acusando los mismos problemas de pobreza y subdesarrollo de siempre. Otro gallo cantaría si los gobiernos de Chile, desde 1973 hasta hoy, pasando por la dictadura, cada uno de los gobiernos de la Concertación, y el actual, hubiesen asegurado nuestra propiedad total sobre el cobre. Pudieron hacerlo, y no lo hicieron. Por ello, ahora lamentamos la pérdida de más de 40.000 mil millones de dólares, desde el fatídico año en que se dictó aquella ley. Las dos coaliciones políticas mayores del país, que hoy comparten amablemente el poder “binominal” existente, la Alianza y la Concertación, tampoco han tenido la disposición de modificar los contratos con las empresas que explotan nuestro cobre cuando los precios del metal se disparan (ha habido años en que se han triplicado y hasta cuadruplicado), tal como lo hacen regularmente todos los países que comercializan sus recursos no renovables. Pues bien, ahora está en peligro otra valiosísima riqueza nuestra, de la cual también tenemos el privilegio de poseerla en una cantidad mayor que ningún otro país del mundo: el litio, metal que ha irrumpido espectacularmente en la economía mundial en los últimos años. El litio tiene infinitud de aplicaciones en la era tecnológica en que vivimos. Se lo usa, por ejemplo, en la fabricación de todo tipo de baterías eléctricas y fotoválticas, en la fusión nuclear; en medicina, especialmente en el tratamiento de diversas enfermedades mentales, etc., etc., etc. Como era de esperar, empresas extranjeras mineras ya se dejaron caer en Chile, e inmediatamente después de ello, comenzó la campaña por su privatización, cuyo líder es el propio ministro de Minería (El Mercurio, 05/ 08 / 2011). Empero, hay que solucionar un problema: resulta que el litio no es concesible. Las dos explotaciones privadas existentes (SQM y Chemetall-SCL) son reguladas por contratos con el Estado por períodos determinados, que permiten fijar cuotas de extracción y cobrar derechos y royalties especiales. El Litio, en efecto, no fue considerado en la ley de 1981 porque es indispensable en el proceso de fusión nuclear, lo que en sí demanda un trato especial de Estado. Entonces, se pretende ahora modificar la Ley, tal como cuando en dictadura se barrió con la Ley que nos daba la propiedad total del cobre. En estos precisos instantes, la clase política nacional tiene dos caminos. Uno, en uso de todos los recursos legales, aplica al litio la mejor política estatal y soberana para su explotación y comercialización; o, dos, lo entrega en concesión a empresas extranjeras. No hay que confiarse, e impedir en las calles que la ley se modifique y perdamos ahora el litio. ¡Que no ocurra con el litio lo que ocurrió con nuestro cobre hace tres décadas!

miércoles, 8 de febrero de 2012

BASURA

PROF. HAROLDO. QUINTEROS. DIARIO 21. 09 / 02 / 2012.
BASURA
Iquique está viviendo, probablemente, la peor crisis sanitaria que haya tenido en muchos años. La basura no se extrae a tiempo ni de manera cabal en toda la ciudad. El problema ya ha comenzado a afectar gravemente nuestra imagen y proyección como ciudad turística, pues a éste se ha sumado, por desgracia, una condición que nos es realmente atávica, la suciedad urbana. En efecto, el comentario nacional y el de los turistas que nos visitan es que a pesar de nuestras preciosas playas, el atractivo comercial de la ZOFRI, el Festival de Iquique, y lo amable de sus habitantes, nuestro puerto es, por desgracia, excesivamente sucio. Por supuesto, ahora lo es más con el espectáculo de las basuras en las calles. A menudo, nuestras autoridades alegan que la ciudad es sucia por culpa de sus habitantes. Hay bastante de verdad en ello, puesto que hay iquiqueños que arrojan papeles, botellas, cáscaras de frutas, colillas de cigarrillos encendidos y hasta escupitajos en la vía pública; incluso, desde vehículos en marcha. No obstante, para educar a estas personas, las autoridades debieran dar el ejemplo, y, por desgracia, no lo están haciendo, puesto que están demostrando evidente incompetencia en cuanto resolver el problema de la extracción de la basura. Más grave, sin embargo, que la triste imagen que estamos proyectando como ciudad hacia el resto de Chile y países vecinos, es el peligro sanitario en que nos encontramos. Me refiero a las enfermedades que puede causar la basura, sobre todo en verano y muy especialmente en nuestros niños, ancianos y mujeres embarazadas. Las basura desparramada en las calles, con pañales usados, desechos hospitalarios, químicos y materias orgánicas en descomposición, dispersada por perros y gatos vagos, en la que proliferan ratas e insectos vectores, nos tienen, literalmente, al borde de infecciones respiratorias e intestinales, dengue clásico y dengue hemorrágico, otitis media aguda, conjuntivitis clásica y hemorrágica, neumonías y bronconeumonias, gripe, intoxicaciones de diverso tipo, y hasta meningitis. Un concejo municipal de excelencia no sólo ya debería tener resuelto el problema de la extracción de la basura, sino que crearía una infraestructura para su reciclaje, educando a la población en esa cultura. En los países desarrollados (¿no estábamos, según Lagos y ahora Piñera, tan cerca del desarrollo?) y también en muchos que no lo son, la basura se deposita en recolectores diferentes, según el tipo de desperdicio que se arroja, con el fin de reciclarlo. Así, el ambiente es más limpio y el país progresa. Pues bien, dejo planteada esa idea. Por ahora, vayamos poniendo las cosas en su lugar. Pregunto, ¿por qué la empresa que se adjudicó hace un par de meses la extracción de la basura no cumple con su trabajo, y sigue en esto? Se supone que hay un contrato, y si no se cumple bien, la parte contratante puede escindirlo, para luego llamar de nuevo a licitación. Vamos, vamos… en Iquique se sabe todo. Se sabe, por ejemplo, que la mayoría de los concejales no aprobó a la actual empresa recolectora de basura, y que la alcaldesa impuso su criterio unilateralmente, como en sus mejores tiempos de alcaldesa delegada de la dictadura. Se cuenta que en una reunión del Concejo Municipal se le espetó a doña Myrta (que acaba de ser castigada por el Consejo Directivo del Consejo para la Transparencia, CPLT, por una falta distinta a ésta; The Clinic, 7 de febrero) que la empresa en cuestión tendría un dueño o co-dueño, que es nada menos que el marido de la diva de la farándula Patricia Maldonado… de quien se sabe muy bien la “onda” política a que pertenece. Como esta “coincidencia” ya es vox populi, ¿no es hora que se aclare bien y de cara a la ciudadanía? Además, hay concejales que han reclamado a Contraloría por el procedimiento irregular de adjudicación de la extracción de basura, y sin embargo, no pasa nada. ¿Y qué dice a todo esto la Seremía de Salud? ¿Y la intendencia? En fin, ¿vamos a seguir con la basura hasta el cuello, cercados de moscas, ratas, y con el alma en un hilo ante eventuales epidemias, sin que nadie haga nada? Los ciudadanos que cumplimos día a día con nuestra obligación de trabajar por la Patria y de pagar disciplinadamente todos nuestros impuestos, exigimos probidad, transparencia y eficacia en la administración general del Estado. Por lo tanto, exigimos que se contrate a la brevedad una empresa que realmente garantice nuestro derecho a vivir en una ciudad decente y libre de plagas.