sábado, 13 de octubre de 2012

EL MAYOR PROBLEMA DE IQUIQUE, LAS PLANTAS TERMOELÉCTRICAS Y EL SOSTENIDO AGOTAMIENTO DEL AGUA POTABLE.

PLANTAS TERMOELÉCTRICAS: La energía termoeléctrica ya se instaló en nuestras costas, a unos pocos kilómetros de Iquique, con el objetivo de proveer de energía a las empresas mineras. Como todos los iquiqueños y los habitantes de nuestras caletas lo saben, estas plantas son extremadamente sucias y contaminan no sólo el aire, sino las aguas del mar y las arenas, produciendo un enorme daño a los habitats humanos que las circundan, la flora y la fauna marina, cuyas desastrosas consecuencias están a la vista. En efecto, cada día disminuye más la reproducción natural de los peces, moluscos y algas, lo que afecta la pesca artesanal, de la que viven cientos de familias. Mientras tanto, en decenas de kilómetros a la redonda el aire que respiramos se vuelve cada vez más tóxico. Como era de esperar, en nuestro país, ocupado prácticamente militarmente por el neo-liberalismo y la ausencia de la democracia, a la ciudadanía nunca se le preguntó nada sobre la instalación de estas plantas. Nunca, tampoco, se tomó en cuenta la opinión de quienes nos hemos opuesto con todas nuestras fuerzas a su instalación. Las alcaldías capitaneadas por Soria y Dubost, más la mayoría de los concejales, tanto de derecha o de la Concertación, se dejaron llevar por la corriente neo-liberal y, o bien han admitido estas plantas con los brazos abiertos, o no han hecho nada por impedir su continua instalación. La situación se encuentra en estos momentos en un punto inaudito. Se ha llegado a la barbaridad de aprobar, simultáneamente, dos plantas termoeléctricas para Patache, y una de ellas se encontraba desarmada en Estados Unidos por insalubre. En verdad, nos hemos transformado en una colonia de los gringos, que nos usan como basural. Además, les pagamos por esa mortal chatarra. Como es lógico, Soria y Dubost, que re-postulan a la alcaldía, no harán nada por programar una política energética correcta, puesto que ellos fueron quienes se comprometieron en la instalación de estas plantas termoeléctricas en nuestra costa. Es hora de tomar la determinación de hacer uso de nuestras enormes potencialidades naturales en la materia, y que la energía solar y eólica provean de energía a la ciudad y los sectores industriales. Ese es exactamente nuestro plan: producir un cambio profundo en materia de energía, que detenga, por fin, el crimen ecológico y contra la vida humana en la cuenca iquiqueña que se está cometiendo.Nuestra región es el lugar del planeta en que cae mayor cantidad de energía solar por m2. Para empezar, ya llegó definitivamente la hora de promover, fomentar y facilitar la instalación de paneles solares para la producción de energía. EL AGUA. El sostenido agotamiento del agua potable es evidente e indiscutible. Ante ello, las autoridades actúan como que nada ocurriera. Este probablemente el más grave problema para Iquique. El agua que consumimos los iquiqueños es de origen fósil. Esto significa que es de buena calidad, pero, a la vez, no es renovable. Es un crimen que desde hace demasiado tiempo, el agua nuestra se utilice para el regadío de pastos y para el servicio de aguas servidas. Para salvar el agua, por ahora, es preciso: a) Obligar a Collahuasi a que se lleve cobre metálico, y que deje de estar bajando miles de toneladas de concentrado por el mineroducto, utilizando miles de toneladas de agua. Es cierto que esta imposición no es de competencia legal de un alcalde, pero él puede iniciar la pelea y ponerse a la cabeza de un poderoso movimiento ciudadano cuyo objetivo sea impedir que se siga terminando con nuestras fuentes acuíferas. b) La urgente instalación de una planta desalinizadora de agua, acompañada de un sistema de doble tubería, para aguas fósiles (la potable) y otra para aguas desalinizadas, para el regadío y las aguas servidas. Hace un siglo, Iquique sufría por la carencia de agua. Se instalaron entonces estas dos tuberías distintas, que con creces dieron una excelente solución al problema. El único argumento para no iniciar la instalación en nuestras costas de plantas desaladoras de agua, es el financiero. Por supuesto, esta postura la lidera la derecha. Por supuesto, todos sabemos que nada se puede hacer sin recursos. ¡Pero que eso lo digan los países naturalmente pobres! Chile es inmensamente rico, y gracias a su zona norte. Existen los fondos para solucionar nuestros problemas energéticos y de agua, y todos los demás. La municipalidad nuestra liderará un gran movimiento ciudadano que consiga: a) Por lo menos, el acceso nuestro a la quinta parte de lo que recauda el gobierno de la gran minería del cobre. No olvidemos que nuestra región genera el 11 % de la producción de Cobre y el 16 % de la producción de molibdeno nacional, de lo que no obtenemos nada. b) La devolución, por lo menos, del 60 % del IVA que pagamos por consumir, lo que es nuestra propia plata. c) Dar inicio formalmente a la lucha comunal y regional por la descentralización del país. En lo político, la descentralización se reflejará en la elección popular de los intendentes y los consejeros regionales, que estarán sujetos a la condición de revocabilidad de su mandato; y en los plebiscitos vinculantes periódicos. Por cierto, el plebiscito es el mejor instrumento para generar más democracia y compromiso. La frecuencia con que se hagan y la razón para llamarlos dependen exclusivamente de los problemas que se estén enfrentando, como, precisamente, el problema de la energía y las plantas termoeléctricas. d) Una nueva política con respecto a la ZOFRI. Lucharemos por hacer de ZOFRI y EMPORCHI empresas, por lo menos en buena parte, de propiedad del gobierno regional. Así, los dineros que van a CORFO y al Ministerio de Hacienda quedarían aquí. En el 2011 ZOFRISA aportó a las comunas de la primera y XV regiones la suma de $ 3.973 millones, y a Iquique sólo le correspondieron $ 795 millones ( o sea, exactamente la quinta parte). Como se puede observar, el financiamiento para los planes y proyectos que se propone implementar nuestra alcaldía, existe. Sólo hay que decidirse a conseguirlo, a través de un cambio profundo en materia de política comunal.

COMO SE TRAFICA CON EL PATRIMONIO HISTÓRICO LOCAL:

Según la prensa local, para la alcaldesa doña Mirta Dubost oponerse a la venta del ex-estadio de Cavancha es puro "sentimentalismo". Para expresarse con un tono tan despectivo, la señorita Dubost no parece conocer ni haber leído los argumentos de los "sentimentalones" que nos hemos opuesto siempre a esa venta. Obviamente, sería distinto si ella hubiese participado en el foro de CIPTAR, donde di todas las razones de por qué la venta del ex-estadio sería un aberrante acto que liquidaría una antigua joya arquitectónica nuestra, y, además, la posibilidad de levantar en sus extensiones una vibrante ciudad deportiva popular, y de carácter multifacético en el área del deporte. Hasta ahora, el ex - alcalde Soria no ha dicho una palabra sobre el tema, aunque fue el primero que trató de vender el ex - estadio en 1994. Si la venta no se hizo fue solamente porque el ex – alcalde no pudo hacer efectivo este atroz golpe a nuestro patrimonio cultural y deportivo. Pues bien, ahora es el momento de exigirle un pronunciamiento, y, obviamente, que eche pie atrás y se comprometa a preservar el ex – estadio para el pueblo de Iquique. Volviendo a Dubost, los pocos argumentos que la alcaldesa exhibe para consumar esa barbaridad, no pueden ser más absurdos. Según Dubost, esos terrenos estan "abandonados." Pues bien, eso es así, pero, ¿quién los tiene abandonados, si no la propia autoridad municipal, en espera de acabar con ellos? Dubost afirma, además, que hay que vender el ex-estadio para conseguir fondos para construir la Ciudad Deportiva de Iquique en el sector Cerro Dragón, idea suya, de partida, discutible e insegura, porque ya se barajan otros proyectos para el sector, como inmobiliarios, y hasta el alzamiento de un Santuario de la Naturaleza. Es de imaginar el embrollo burocrático que sobrevendrá para concretar su proyecto de construir allí la Ciudad Deportiva, además del descomunal costo financiero y el largo tiempo que demandaría, en circunstancias que el ex-estadio ofrece, ahora mismo e in situ, todas las posibilidades de construir tal Ciudad Deportiva a un costo incomparablemente menor y en menos tiempo. En cuanto a los "sentimentalismos" de muchos iquiqueños, deportistas o no, Dubost, desde luego, hace alusión a nuestro pasado histórico deportivo, y a la lucha que estamos dando por que no se demuela una de las pocas piezas arquitectónicas de valor histórico y originalidad que nos van quedando. A ambas cosas, historia y monumentos, las Ciencias Sociales llaman "patrimonio cultural," clave en la formación de la identidad psico-colectiva de una comunidad, el gran factor que garantiza su unidad. En fin, ¿qué hay tras todo esto? Como en Iquique ya se ha instalado la cultura de la falta de claridad administrativa, sólo queda suponer lo más probable, que ya debe haber ofertones de grandes empresas (cuyos montos se desconocen), para construir quizás qué. Y los iquiqueños, ¿no tenemos pito que tocar en este asunto? Ahora que ya sabemos OFICIALMENTE que la candidata Dubost tiene en mente el plan de vender el ex-estadio de Cavancha, habrá que seguir luchando por impedirlo. Prof. Dr. Haroldo Quinteros, Candidato a alcalde.