miércoles, 28 de mayo de 2014

EL PROBLEMA DEL ABORTO

PROF. HAROLDO QUINTEROS. 30 / 05 / 2014. El tema del aborto es hoy el que más suscita la atención pública en Chile. Entonces, es importante revisar algunos datos. El aborto voluntariamente decidido por una mujer embarazada e inducido profesionalmente es legal, total o parcialmente, en la mayor parte de los países del mundo, especialmente en los de mayor importancia política y económica. El aborto terapéutico – aquel que se practica en caso de inviabilidad del feto, violación, incesto y, sobre todo, si el parto conlleva riesgo de muerte para la embarazada- prácticamente hace del aborto una figura legal en todo el mundo. Digo “prácticamente,” porque el aborto sólo es ilegal en tres pequeños países, que difícilmente alcanzan a constituir el 1% de la población mundial. Ellos son Chile y dos pequeñas repúblicas de Centro América, República Dominicana y El Salvador. Polonia, el único país de Europa en que el aborto hasta hace poco era ilegal, está introduciendo cambios claves en sus leyes; obviamente, relacionados con los casos arriba mencionados, los que universalmente justifican el aborto terapéutico. Es decir, en el tema del aborto, Chile es la mayor excepción en el mundo. Sin embargo, que así sea es tan ilegítimo y antidemocrático como lo es la espuria constitución política de 1980, redactada por un puñado de militantes de la ultra-derecha nacional. Por cierto, el problema ya había sido resuelto en Chile en 1931, año en que se legalizó el aborto terapéutico. Por lo tanto, ese legítimo status jurídico del aborto sólo pudo ser revocado porque en 1973 una dictadura cívico-militar, conducida políticamente por lo más granado del conservadurismo político criollo, barrió a sangre y fuego con nuestra antigua democracia. En el acta del 14 de noviembre de 1974 de la llamada “Comisión de Estudios de la Nueva Constitución,” consta que el más radical de los asesores políticos de la dictadura, Jaime Guzmán, propuso la siguiente redacción para una ley sustitutiva sobre aborto: "La madre debe tener el hijo aunque este salga anormal, aunque no lo haya deseado, aunque sea producto de una violación o, aunque de tenerlo, derive su muerte.” También consta en esa acta que los demás redactores, conservadores pero menos misóginos que Guzmán, si bien no aceptaron tan macabra redacción, votaron por penalizar el aborto en cualquiera de sus formas, con el texto constitucional actualmente vigente: "no podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar el aborto;" o sea, aun si muere la parturienta. Entonces, son harto curiosos los actuales corifeos de los movimientos “pro vida” Nunca se juegan de verdad por terminar con la abominable desigualdad social existente en nuestro país ni les importa mucho qué pasará con el que nacerá, i. e., si al “nasciturus” le espera una vida libre de miseria, desnutrición y desamparo médico que fácilmente le causarán la muerte a los pocos meses o años de vida, como realmente sucede. Además, piden la restitución de la cavernaria pena de muerte… En fin, ¿estamos o no estamos por la vida?

miércoles, 21 de mayo de 2014

RESULTADOS DE LA ÚLTIMA EVALUACIÓN DOCENTE ¿MOTIVO PARA ALEGRARSE?

PROF. HAROLDO QUINTEROS. 23 / 05 / 2014. Los maestros de la educación pública que lo deseen pueden someterse a una prueba cuya validez reside en que ella, como se presume, dirá cómo lo están haciendo en su trabajo. Esta es la “Evaluación Docente” chilena (ED), instancia de Estado, cuyos resultados este año 2014 indican que el 82% de los docentes la aprobaron bien, con un alza de cinco puntos con respecto a 2013. La ED puede tener un fatal efecto: la reiteración del fracaso en ella significa, además de la vergüenza y el escarnio público, la expulsión oficial del maestro del sistema educacional público. En virtud de ello, 30 maestros acaban de ser exonerados de la Educación pública. La verdad sea dicha, su exoneración será definitiva, porque si bien en la letra no lo es, es prácticamente imposible que un profesor eliminado de esa manera del sistema de educación pública pueda encontrar trabajo en el sector privado. Además, no se sabe bien si de por medio hay indemnizaciones especiales, jubilación, oferta de labores docentes alternativas, etc. En fin, este método de asegurar calidad en la Educación, aplaudido por políticos de todos los bandos y opinólogos de la más diversa pluma, y del cual los dirigentes del Magisterio no dicen esta boca es mía, me parece decididamente cojo e injusto. La Educación de Estado nunca mejorará realmente presionando a los maestros con una prueba que, en los hechos, puede asegurarles la continuidad en su trabajo. No, lo primero es terminar no sólo con las precarias condiciones bajo las cuales funciona el sistema educacional público, tan bien graficado en el viejo poema de Nicanor Parra “Autorretrato” (que vivamente recomiendo leer), sino con las agudas desigualdades sociales que caracterizan globalmente a la sociedad chilena. Además, la Evaluación Docente, con el demoledor final que eventualmente puede tener, es otra expresión más del discriminatorio trato que el Estado de Chile tradicionalmente ha tenido para con nuestros maestros. Es decir, aquí, nada menos, no se ha respetado el principio de la igualdad ante la Ley.¿Por qué la ED sólo se aplica a los profesores y no a todos los profesionales? ¿Cuándo serán evaluados los facultativos culpables de tantas vergonzosas "negligencias médicas," los ingenieros y arquitectos cuyas construcciones se han venido abajo al primer temblor, o los abogados de las reparticiones del Estado que no atan ni desatan en los tribunales? Finalmente, ¿por qué la evaluación se reduce solamente a los profesores de las escuelas públicas y no de las privadas, que son la mayoría del país? Otra arista muy seria en el asunto es que en la práctica, el Estado está desconociendo un título universitario, que el profesor exonerado obtuvo legal y meritoriamente, tras muchos años de sacrificio material y de estudio. Aunque la ED es inicialmente injusta por su sello discriminatorio, por los menos, y como va a seguir, los maestros reprobados deben ser sólo suspendidos y tratados con el respeto que merece todo ser humano; es decir, con atención remedial a las causas sociales, personales y psicológicas de su fracaso; obviamente, además, con el fin práctico de no perderlos como profesionales y retenerlos en el sistema.

viernes, 16 de mayo de 2014

LAS FF AA Y EL DESAFUERO DE ROSAURO MARTÍNEZ.

PROF. HAROLDO QUINTEROS. 16 / 05 / 2014. La herida que se abrió en 1973 no cerrará nunca, a menos que ocurra un hecho que todavía espera la mayor parte de la nación: que los altos mandos de las Fuerzas Armadas de Chile asuman por fin la verdad histórica que desde 1973 hasta 1990 fueron un partido político armado hasta los dientes, que tomó por asalto el gobierno del país (digo “altos mandos”, porque , por supuesto, sólo los oficiales mayores deciden todo en ellas). El día que reconozcan ese rol anti-constitucional que jugaron contra el aparato del Estado y la mitad de la ciudadanía, podríamos tener esperanzas de reconocer en las FFAA al pueblo de Chile. Evidentemente, en los 17 años de dictadura las FFAA sostuvieron el acotado programa político exclusivo de un solo sector de la sociedad chilena, la derecha. Más aun, ellas y la derecha nacional, en calidad de aliados de guerra, hicieron una revolución en beneficio político exclusivo de ésta, bajo un clima de opresión rara vez visto en el mundo. Por cierto, es imposible creer que hoy los altos mandos de las FF AA no sepan que ese esquema revolucionario sigue vigente en la forma de una constitución política redactada unilateralmente por los más irreductibles ideólogos de la derecha. Vamos al caso del desaforado diputado Rosauro Martínez: En 1978, Martínez era oficial de la DINA (el aparato militar secreto definido por la Corte Suprema como una “asociación terrorista”), y comandó una operación militar que terminó, por orden suya, con el asesinato de tres militantes del Movimiento de Izquierda revolucionaria (MIR), perpetrado en condiciones de la mayor brutalidad y saña. Ni siquiera me refiero al asunto desde la perspectiva política. Evidentemente, el MIR había asumido una postura de resistencia armada a la sangrienta dictadura de Pinochet, pero el tema de fondo aquí es el delito de lesa humanidad cometido. Estos tres miristas, que no eran militares profesionales, fueron asesinados desarmados y en calidad de prisioneros capturados. Lo que las personas que tengan un mínimo de objetividad para mirar los hechos, y con ellas toda la comunidad internacional, nunca perdonarán a la dictadura cívico-militar encabezada por Pinochet, es que su “proclamada “guerra no fue más que una gigantesca operación de exterminio, en cuyos marcos se mató a miles de militantes de la izquierda nacional, todos civiles, y siempre en condiciones de prisioneros capturados, lo que explícitamente constituye un crimen de guerra y de lesa humanidad, según la infinidad de tratados internacionales que Chile siempre ha signado. En fin, más allá del desafuero de Martínez, en lo básico, este caso vuelve a poner a las FFAA en la disyuntiva de volver a jugar o no su antiguo rol de neutralidad política. Las dudas sobran… Para empezar. ¿Por qué los militares en retiro que quieren hacer política, como Martínez y decenas más, ingresan siempre sólo a los partidos de derecha? ¿No será porque han sido formados ideológicamente así? La neutralidad política de las FFAA sigue siendo el único garante de una democracia firme y de libertad para todos.

miércoles, 7 de mayo de 2014

REFORMITAS AL BINOMINALISMO

PROF. HAROLDO QUINTEROS. 09 / 05/ 2014. Otra vez, por desgracia, nadie ha preguntado a la ciudadanía si quiere seguir o no con el sistema binominal de elecciones, para remplazarlo por uno proporcional. No, quienes resolverán el asunto serán los parlamentarios, que, recuérdese siempre, no son elegidos para resolver asuntos constitucionales de crucial importancia para el destino del país. El tema no es trivial ni de segunda o tercera categoría. Estamos hablando, nada menos, que del modo de elegir a nuestros gobernantes, el más importante de todos los problemas que resolver bien si nos adentramos en la cuestión de la calidad de la representatividad de las ideas y programas políticos que asumirá determinado gobierno. Es así porque, a su vez, la calidad de la vida ciudadana, en su totalidad, reside en la validez que tengan los modos de elección de sus autoridades. No obstante, aun sabiendo todo el mundo que esto es una verdad absolutamente indiscutible, el sistema binominal que nos rige, además de haber sido impuesto al país a sangre y fuego por una dictadura, seguirá vigente, maquillado por los cuatro costados, y quizás por cuánto tiempo más. Por cierto, el binominalismo no es representativo. Es falaz y falto de validez política y moral. Cómo no tomar en cuenta que la Humanidad entera no lo acepta, y que no existe en ningún país del mundo, excepto Chile. El sistema binominal de elecciones, en su versión moderna, fue un invento del gobierno de transición de Polonia en 1990, integrado mayoritariamente por miembros del Partido Comunista pro-soviético de ese país. Polonia, como todo el glacis soviético, se aprestaba a pasar desde una dictadura a una democracia parlamentaria, luego del fin de la Guerra Fría. En verdad, los viejos dictadores trataban de impedir que en las primeras elecciones la oposición al fenecido régimen dictatorial ganara por paliza. Aquí fue igual, salvo que el binominalismo polaco sólo se aplicó en la primera elección legislativa, y breve tiempo después fue eliminado y remplazado por el universal sistema proporcional. ¿Sabían esto los UDI chilenos - tan anti-comunistas ellos - que todavía defienden el sistema binominal? En otras palabras, ¿se dan cuenta que, básicamente, no se puede ser de conciencia democrática y seguir con un sistema de elecciones cuyo origen sólo radica en las dictaduras, del signo que sean? Ergo, el origen del sistema binominal de elecciones chileno sólo pudo tener un origen autoritario, la dictadura de Pinochet, a su vez pieza de un brutal sistema subcontinental de sanguinarias dictaduras, apoyadas por el imperio estadounidense, justo en las postrimerías de la Guerra Fría. Sin embargo, de aquel infamante conjunto, sólo Chile ha seguido con la vieja Constitución impuesta en dictadura, y sólo Chile ha consagrado el sistema binominal de elecciones, sin el cual la leyes de la dictadura ya no existirían. Con las reformas que acordará la Alianza con Nueva Mayoría, consistente en ampliar el número de congresales acá o acullá, seguiremos teniendo diputados y senadores que en la elección en que fueron candidatos ocuparon el último lugar, como Fulvio Rossi, o que muchos fueron terceros entre cuatro candidatos, como Jaime Guzmán, el mismísimo autor de este engendro. Con las reformas al sistema binominal, se nos dice que “nos estamos acercando al sistema proporcional.” Falso. El sistema binominal de elecciones es, en esencia, el exacto opuesto al sistema proporcional. Debe ser derogado si más ni más, y en su lugar, sumándonos a lo que existe en todo el mundo democrático, debemos instituir el sistema proporcional. Ya es hora de exigirlo.