miércoles, 29 de junio de 2016

MICHELLE, LA APLICADA DISCÍPULA DEL IMPERIO.

PROF. HAROLDO QUINTEROS. 29 / 06 / 2016. Con toda seguridad, el 99,9% de quienes votaron por Bachelet en sus dos campañas presidenciales no tenían idea de sus conexiones con los estratos militares del imperio. Cuando fue designada por Ricardo Lagos (2000 – 2004) Ministra de Defensa, todo el mundo progresista estaba feliz. La designación no podía ser más simbólica: Michelle era hija del heroico militar constitucionalista y anti-imperialista Alberto Bachelet, asesinado inmediatamente después del golpe Estado de 1973. Sin embargo, eso sólo era el cebo del anzuelo. La verdad es otra, y no es de color rosa. Poco antes de asumir como Ministra de Defensa, Michelle Bachelet había partido al corazón del imperio a matricularse como alumna regular en el “Colegio Interamericano de Defensa (CID)," en Washington. ¿Qué es el CID? Es una academia militar norteamericana, con instructores exclusivamente norteamericanos, tanto militares como de adoctrinamiento político. Según sus principios fundacionales, en el CID se forman tanto militares de EE UU y de todo el continente americano, como también “líderes civiles” que respondan a la doctrina del “interamericanismo,” esa vaguedad con que los gringos así gustan llamar a lo que, al fin de cuentas, sólo refleja su dominio en el continente. En efecto, en uno de sus informes, se jacta de haber graduado a unos 2700 militares y civiles, que en sus países han llegado a ser generales, almirantes o "sus equivalentes civiles," y, bueno doña Michelle Bachelet es la mejor muestra. Muy sugestivamente, el CID fue fundado en 1962, justamente sólo un año después de la derrota que el pueblo cubano propinara al imperialismo en Playa Girón, y sólo meses antes que EE UU iniciara su intervención directa en la guerra civil que tenía lugar en Vietnam, la que más tarde se transformaría en la guerra total que perdiera tan estrepitosamente en 1975. El CID tiene una historia realmente macabra para los pueblos de América Latina. Cada año, en grupos de cientos, parten a formarse allí las huestes de las satrapías latinoamericanas funcionales al dominio continental yanqui. Allí se formaron militar e ideológicamente los militares chilenos y sudamericanos que protagonizaron los golpes de estado de los años 70, actuando en ellos en calidad de fusileros, comandos de exterminio y torturadores; todo en los marcos de la Operación Cóndor, aquella conspiración criminal fraguada íntegramente en Washington. Según informes del propio CID, esta institución constantemente “realiza viajes a América Latina” y “es financiada por la OEA y la Junta Interamericana de Defensa,” la versión militar de la OEA. Hasta hoy, como pantalla, el CID, un invento yanqui por donde se lo mire, exhibe su condición de instituto “interamericano”, y para esta farsa, obviamente, aparece también co-fundado por la OEA, esa patética extensión del imperio hacia su patio trasero que no ha hecho más que seguir sus designios. En el acta de su fundación, figuran como firmantes Dean Rusk, el Secretario de Estado de EE UU del gobierno de Kennedy, y José Antonio Mora, el entonces lacayuno Secretario General de la OEA. Como desde los años 90, ya se había pensado en Michelle Bachelet como titular del Ministerio de Defensa en algún gobierno de la Concertación, para desde allí proyectarla hacia la presidencia de Chile, se matriculó como alumna de “Estrategia Militar”, en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos de Chile (todo en secreto, obviamente… ¿o lo sabía usted, lector?) Eso, al fin y al cabo, podría ser digerible, aunque a duras penas, sabiéndose que por entonces Pinochet estaba vivo y el Ejército era profundamente conservador y todavía golpista con sus “ejercicios de enlace”, los “cara pintadas”, etc. Al fin y al cabo, esa academia es chilena. Pero, ¡demonios!, ¿puede alguien explicar por qué Michelle Bachelet partió a “educarse” al siniestro CID, academia de guerra yanqui cuyo fin, como la Escuela de las Américas y otras, no es otro que aplastar la lucha de nuestros pueblos por liberarse del dominio imperialista? El diario inglés The Guardian, según nota escrita por Karen Calabria, para la “Oficina del Departamento de Estado de EE UU sobre Programas de Información Internacional,” Bachelet fue invitada hace un tiempo al CID a hacer un discurso. Según el diario inglés, la Presidenta dijo textualmente: “Observé que una de las barreras para la democracia plena era la (carencia de) comprensión entre el mundo militar y el mundo civil. Hablaban idiomas diferentes. Yo quería ayudar en eso. Yo podía ser un puente entre esos dos mundos.” Idílico cuadro de amor entre los pueblos de América Latina y sus verdugos, justo lo que es deleite para los oídos del amo imperial. Además, ¿no será que la barrera más grande para la democracia plena en el sub-continente latinoamericano es la dominación política y económica yanqui sobre nuestros países, en complicidad con las oligarquías nacionales? Finalmente, según The Guardian, Bachelet hizo estas declaraciones “comentando sus estudios de Ciencia Militar (en el CID), los que condujeron a su nombramiento en 2002 como la primera mujer que ejerció el Ministerio de Defensa en Chile.” En otras palabras, más que Lagos, la nombró Ministra el Departamento de Estado de EE UU. La continuidad del sistema neo-liberal impuesto a Chile por el imperio, la postura anti-latinoamericana de los gobiernos chilenos frente a la hermana Venezuela, el apoyo inmediato que dio Lagos a los golpistas venezolanos de ultra-derecha pro-yanquis en 2002, la reciente firma de Bachelet del TPP, etc., etc., son, al fin de cuentas, situaciones perfectamente coincidentes con lo que realmente ella encarna.

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