jueves, 2 de mayo de 2013

LO QUE HAY REALMENTE TRAS EL CASO GOLBORNE.

PROF. HAROLDO QUINTEROS. DIARIO 21. 03/05 /2013. Desde el punto de vista propiamente político, más que estigmatizar la persona de Laurence Golborne, la ex - carta presidencial de la UDI en las próximas primarias de la derecha, por su involucramiento en el caso Cencosud, o sus negocios en “paraísos fiscales,” lo que importa realmente es enjuiciar el sistema institucional chileno, cuya perversidad, en verdad, no tiene límites. Al fin y al cabo, las dos pilatunadas de Golborne y su estrepitosa caída, sólo reflejan ese sistema. Empecemos por la institución conocida como el sistema binominal de elecciones, su expresión más infamante. En las elecciones de los representantes del Poder Legislativo, de modo natural, se forman dos grandes bloques que se disputan el poder de hacer las leyes. Los gestores del binominalismo, hoy agrupados en la Alianza por Chile, arguyen que éste, precisamente por su incapacidad de romper empates, ha dado “tranquilidad y estabilidad” al país. Sus contendores, la Concertación, refutan el sistema, aunque sólo formalmente, porque saben que es incambiable; es decir, saben que para derogarlo deben doblar a la derecha en unos dos tercios de las circunscripciones electorales del país, lo que es imposible. Ante ese hecho, terminan haciendo toda su política dentro del sistema, tal cual como lo hace la Alianza. Es decir, los dos grandes bloques no se disputan por cuestiones esenciales ni cambios estructurales al sistema institucional general chileno, sino sólo en cuanto introducirle mejoritas por aquí o allá, y nada más. Dicho con más claridad, en las elecciones parlamentarias los dos grandes bloques ganan; empero, sólo formalmente, pues, en el fondo, ha ganado la derecha, porque SUS leyes, que rigen todo el sistema institucional, económico y administrativo del país, no podrán nunca ser cambiadas. No estará de más recordar que esta descomunal falta a la democracia y a la voluntad soberana del pueblo pudo imponerse sólo porque las FFAA actuaron el 1973 en calidad de brazo armado de la derecha, y eso, aunque duela, es la pura verdad. En suma, para los candidatos al Parlamento, sus contendores verdaderos no son los candidatos de la coalición opositora, puesto que todo el mundo sabe que ganarán las dos. Entonces, la primera perversión que trajo el binominalismo al país se traduce en el hecho que la lucha política se desplaza hacia el interior de las coaliciones, no frente a la coalición contendora, lo que debilita el debate ideológico y las propuestas programáticas. El binominalismo, podría decirse, sólo es aplicable a las elecciones legislativas. Pues, eso no es así. Puesto que el sistema binominal obliga a la formación de dos bloques, serán sólo éstos los que, necesariamente, tendrán chance de competir con posibilidades de triunfo en todas las demás elecciones; mucho más hoy en día, con el establecimiento, de hecho, de las elecciones primarias, que no son más que su variante. Tanto es así, que la denuncia contra la bochornosa actuación de Golborne en Cencosud, y sus dineros puestos a escondidas en un “paraíso fiscal”, no vinieron de la izquierda ni de la Concertación, No, su fuente estuvo en la propia derecha. Otra perversión del sistema institucional vigente, es que cada vez más se hace claro que aquí no gobiernan ni mandan las autoridades políticas, sino el capital, que lo domina todo. A Golborne, por ejemplo, lo delató no sólo su inexperiencia política, sino su propia conciencia de individuo convencido neoliberal, cuando afirmó que debió dejar pasar una atrocidad, ilegal además, contra los consumidores (el tema de la tarjetitas Jumbo), en cumplimiento de “órdenes del directorio,” lo que desbarató sus supuestas virtudes de líder. La rapidez y astucia con que actuó el viejo zorro Allamand, para liquidar a su contendor, no pudo ser más eficaz.

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