lunes, 28 de mayo de 2012

ELECCIONES EN LA REGIÓN

PROF. HAROLDO QUINTEROS. DIARIO 21. 24/ 05 / 2012. ELECCIONES EN LA REGIÓN. Partió la carrera electoral en la región. Estamos en las postrimerías de la primera fase, en que las cúpulas políticas recaban acuerdos, pactos y sub-pactos y designan a sus candidatos. Vamos por parte. La derecha: Los problemas en su interior (entre RN y UDI, obviamente), al fin de cuentas no eran muy serios, puesto que irá unida a las elecciones. Quizás haya candidaturas menores ideológicamente afines a ella, como la de Felipe Arenas, pero lo más probable es que no afectarán seriamente su votación tradicional. Además, los acercamientos que hubo hace unos meses entre RN y la DC no fueron más que un ligero flirt, que ya pasó al olvido. ¿Y la oposición “binominal,” la Concertación? En el país, también seguirá unida, con la novedad que en esta elección municipal se ha sumado formalmente a ella el Partido Comunista (PC). Por cierto, el acercamiento de la Concertación y el PC es cada vez mayor; a tal punto, que éste no irá en estas elecciones con sus congéneres naturales, los sectores de izquierda contestatarios al sistema capitalista neo-liberal vigente (que el PC dice combatir). Grosso modo, el PC se ha comprometido a apoyar a los candidatos a alcalde de la Concertación en todo el país, a cambio de participar en sus listas de concejales. Entonces, el PC no ha ingresado al frente de izquierda actualmente en formación en el país, en el cual participan el Partido Igualdad, el Partido Humanista, el Partido Movimiento Amplio Social (MAS), y el Movimiento Amplio de Izquierda (MAIZ), aunque, de hecho, hay algunos acuerdos muy parciales entre ellos y el PC, y sólo en algunas regiones. En verdad, el pragmático PC busca ganar las elecciones a como dé lugar, y sus análisis le aconsejan priorizar acuerdos con la Concertación, y no con sus parientes sanguíneos, aunque varios de éstos se lo propusieron. Las ventajas que ello pueda reportarle, es cosa sólo de los análisis que el PC haga, pero en la práctica, el resultado visible es su progresivo acercamiento al centro político, con un efecto dialéctico muy lógico, su progresivo alejamiento de la izquierda. A nivel local, la situación de la Concertación es especialmente enredada. Por la prensa local nos impusimos hace meses de los unilaterales acuerdos a que llegaron algunos partidos de la Concertación, el PPD y PRSD (los radicales) con los comunistas, y Fuerza Norte (léase, sorismo), para elegir concejales y un alcalde, que no será de la Concertación, sino Jorge Soria. El PC local, entonces, no es parte del acuerdo nacional de su dirección central con la Concertación. La premisa del PC local para apoyar a Soria, sería retribuir el apoyo del caudillo a la candidatura triunfante del diputado comunista Hugo Gutiérrez, hace dos años. Por supuesto, eso es, por lo menos en gran medida, decididamente falso, porque en el triunfo de Gutiérrez participó toda la izquierda regional, tanto de dentro como de fuera de la Concertación, y, sin duda, con mucha mayor fuerza que el sorismo, que siempre ha estado dividido en sectores de izquierda y de derecha, como todo el mundo sabe. En todo caso, y de pronto, a la tríada PC-PPD-PRSD, le cae un balde de agua fría, con el pronunciamiento oficial de la Concertación, aventado aquí mismo, en Iquique, por los muy conspicuos senadores Fulvio Rossi (PS) y Ximena Rincón DC). Rossi y Rincón vinieron a proclamar a Francisco Prieto como el candidato a alcalde oficial de la Concertación, justo cuando todo el mundo ya empezaba a convencerse que Prieto sería bajado por la propia Concertación, para irse con Soria. Desde luego, la falta de apoyo oficial que tenía la candidatura de Prieto explica la extrema debilidad en que se encontraba hasta hace sólo unos días. Tal escenario no era imposible, porque esa postura ya empezaba a embrionar al interior de la misma Concertación. Hasta el senador Rossi, hace sólo unas semanas, decía que él bien podría apoyar a Soria, otrora su archi-enemigo. La verdad es que la Concertación no llegó a este grotesco extremo del oportunismo, aunque era tentador, puesto que para ella “la madre de las batallas” es una sola: ganar a la dupla RN-UDI en las elecciones presidenciales del 2014, y Soria ha jurado que esta vez apoyaría a la Concertación (bueno, por lo menos hasta hoy). Veamos ahora a la izquierda. El Partido Progresista (PRO), aunque se declara más “transversal” que de izquierda, confiado en la votación que su cabeza de serie nacional Marco Enríquez-Ominami (ME-O) obtuvo aquí hace dos años, tampoco se unirá a los varios grupos y partidos de izquierda. Así lo decidió, aunque tantas veces se ha probado que los votos de los caudillos, máxime si son foráneos, rara vez son endosables a sus seguidores. En cuanto a las demás organizaciones de izquierda, ellas se aprestan a intervenir en la contienda con sus candidatos propios, a quienes, con toda seguridad, proclamarán en estos días. (CONTINUARÁ). ……………………………………………………………….. PROF. HAROLDO QUINTEROS. DIARIO 21. 31/ 05 / 2012. ELECCIONES EN LA REGIÓN. (SEGUNDA PARTE). En medio de toda esta maraña de acuerdos y desacuerdos, contubernios y volteretas, las interrogantes sobran. Por ejemplo, aquí en Iquique, ¿en qué medida la unidad interna de la Concertación se verá afectada por el apoyo de comunistas y radicales a Soria a la alcaldía, habida cuenta del pronunciamiento oficial que trajeron nada menos que Rossi y Rincón desde Santiago, en el sentido que la Concertación lleva de candidato a Francisco Prieto? La pregunta es obvia, puesto que, evidentemente, el viaje que hicieron Rossi y Rincón a Iquique no fue de turistas, sino con el objetivo de impedir que Soria vuelva a la alcaldía, llamando a la militancia de todos los partidos de la Concertación a apoyar a Prieto, y a la del PC, a cumplir con el pacto que tiene su partido con la Concertación, de apoyar a sus candidatos a las alcaldías en todo el país. Otra interrogante, ¿hasta qué punto se debilitarán la derecha y la Concertación con las varias candidaturas alternativas a ellas que se están perfilando, tanto de derecha como de izquierda? La conversación ciudadana es más deportiva que política. Por cierto, más se habla de las supuestas gracias personales de los candidatos que de su pensamiento y posturas políticas; menos aun de los planes que tienen (si los tienen) para la comuna. Eso sólo revela, una vez más, el descrédito y la desconfianza que despiertan en la ciudadanía los políticos y los partidos políticos. En verdad, lo único que debiera importar son los programas que tienen los pretendientes al poder municipal, que, desde luego, debieran ser claros, fundamentados y sistemáticos. Sobre ello, hay que partir por una cuestión básica de filosofía política. El pueblo, desde luego, tiene ante el poder dos opciones: Una, involucrarse en su ejercicio activa y permanentemente; y otra, dejar que los elegidos se adueñen de él. Es la segunda opción la que reina en Chile y en todos los países en que la cultura política es pobre, y la conciencia democrática más aun. Se dice, “que sean los políticos los que resuelvan nuestros problemas…porque para eso los elegimos.” Bueno, ¿y si ellos no los resuelven?, y, si llegados al poder, ¿eligen más servirse a sí mismos que a la ciudadanía? ¿Acaso no es así, prácticamente siempre? Chile, indudablemente, es el arquetipo del país en que los políticos profesionales rara vez cumplen lo que prometen, y las más de las veces se enredan en sibilinos pactos y componendas, para que al final… las cosas sigan igual. Además, normalmente, los programas de los candidatos al municipio abarcan sólo lo “visible,” como tapar hoyos en las calles o la extracción de la basura. Para los problemas de largo plazo, como los que afligen a la Educación, nunca hay programas ni propuestas serias, sistemáticas y de largo plazo. En verdad, sólo se anuncian de manera general y retórica, porque la verdad sea dicha, generalmente los candidatos entienden poco o nada de ellos. Una vez elegidos, tampoco incorporan en sus gobiernos a funcionarios y asesores que sí entiendan y sepan lo que hay que hacer, sino a sus parientes, sus más fieles amigos y militantes de sus partidos. La Municipalidad es la primera oidora de los problemas de un pueblo, y la instancia política que tiene la primera opción en resolver sus problemas, del tipo que sean; y es la que puede y debe llevarlos hacia las esferas centrales del gobierno, en caso que aquellos problemas sean realmente mayores. Es decir, la Municipalidad representa, indudablemente, la primera fase del ejercicio de la democracia. Por lo tanto, es de esperar que en las próximas elecciones, de los muchos candidatos que habrá, los iquiqueños elijamos a los que, por una parte, garanticen la participación, activa, real y diaria de la ciudadanía en las decisiones municipales, y, por otra, sean elegidos los más preparados. Hace falta un municipio de verdad ciudadano, que promueva la participación de los habitantes de la comuna en las decisiones que los afectan. La forma cultural política nuestra, ha sido hasta ahora dejar que las cúpulas políticas hagan y deshagan una vez que se instalan en el poder. Por desgracia, aunque la ciudadanía las rechaza abiertamente, bien poco hace por cambiar ese estilo de vida político. Un municipio realmente democrático debe incentivar, con todos los medios que tenga a su alcance, el funcionamiento más activo de las juntas vecinales y las organizaciones sociales de base, con el fin de dar vida a UN GRAN CABILDO CIUDADANO PERMANENTE, que posea una agenda que registre día a día los problemas comunales, y ofrezca, creativamente, desde la base de la sociedad civil, las correspondientes soluciones.

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