viernes, 8 de marzo de 2013

DESPIDO DE MAESTROS.

Patético comienzo del "megaproyecto educacional" de Soria. A la manera del más pragmático de los administradores neo-liberales, su gestión se ha iniciado este año con el despiadado y masivo despido de maestros, tras el consabido e hipócrita subterfugio de la "no renovación de contratos a plazo fijo." En efecto, el régimen subsidiario en Educación que rige al país, también afecta el modo de contratación de profesores en todos los niveles del sistema educacional chileno. Por cierto, virtualmente ya se ha establecido el falaz expediente del “contrato a plazo fijo,” que, por supuesto, no es más que un atroz abuso contra el trabajador. Por supuesto, este contrato no es de libre elección del contratado, sino una unilateral obligación que se le impone, y que debe aceptar, forzado por la necesidad de proveer de sustento a su familia. El argumento del caudillo y sus oficiosos adláteres de CORMUDESI, condice muy bien con la filosofía mercantilista en que se encuentra sumida nuestra Educación de Estado. Se ha reducido, en calidad de “medida de ahorro,” la cantidad de las horas de clases, porque eran "demasiadas" en relación a la cantidad de alumnos por curso. Arguye, además, que el financiamiento de un curso debe contar con 40 o más alumnos. Las dos primeras preguntas que se haría cualquier persona de inteligencia normal es, ¿cómo es que se despide maestros para “ahorrar” en el rubro más importante del desarrollo social, la Educación, justo en una de las comunas de mayores ingresos del país? y, ¿carece de imaginación el alcalde como para no poder conseguir e inyectar fondos a la educación desde otras vías? Por otra parte, cualquiera persona que algo entienda de Pedagogía preguntaría, ¿cuál es el "revolucionario" megaproyecto” de Soria, si avala la vieja y supina aberración del exorbitante numerus clausus de niños por curso existente en el país? El más grave problema de la educación escolar de Iquique lo constituyen los precarios índices de rendimiento escolar, y éstos nunca mejorarán si no se corrige el problema del ratio profesor-alumnos por clase. Para ello, ¡sancta simplicitas!, se precisa de maestros, y no deshacerse de ellos. Además, sobre este problema hay excelentes propuestas pedagógicas internacionales que, evidentemente, Soria y su “equipo” no conoce. Finalmente, es una vergüenza que los dirigentes del Colegio de Profesores local no hayan encabezado un movimiento ciudadano contra la medida, ni salido masivamente a las calles para protestar ante este atropello y grave daño a la educación de nuestros niños. Peor vergüenza todavía es que haya tenido que viajar a Iquique su presidente nacional para aclarar las cosas. En fin, la magra calidad de la educación escolar municipal de Iquique y los consecuentes bajos rendimientos de nuestros niños, debe solucionarse urgentemente con medidas pedagógicas, y no despidiendo maestros. Eso sólo acelera el proceso de la desaparición de la educación estatal gratuita para nuestro pueblo.

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