martes, 17 de enero de 2012

CHILE EN LA ENCRUCIJADA. DEMOCRACIA SÍ O NO.

PROF. HAROLDO QUINTEROS. DIARIO 21. 19 / 1 / 2012.
CHILE EN LA ENCRUCIJADA: DEMOCRACIA, SÍ O NO.
El orden general que impera en Chile, jurídico, económico, educacional y administrativo, fue instaurado durante una dictadura militar, que presidió, obviamente, un dictador, Augusto Pinochet. La dictadura fue revolucionaria, porque impuso al país un orden general nuevo, cuyo pivote central es el sistema económico neo-liberal, que impregna todos y cada uno de los aspectos de la vida social. En democracia habría sido imposible que se aprobara la actual constitución, por su carácter totalizador, profundamente sesgado y unilateral en lo ideológico. Ni siquiera vale pena mencionar el “plebiscito” en que se votó la constitución que nos rige, acto que no vale un céntimo ante los ojos de cualquiera persona que se precie de seria en el mundo. Lo que realmente sorprende es que aún haya partidarios de la dictadura que no reconozcan este brutal hecho. ¡Pero cómo negar que la constitución que nos rige se impuso bajo una dictadura! Es tanta la ideologización que los envuelve que hasta han pretendido hace unos días arrancarla de la memoria colectiva nacional, tachando de los libros de historia de nuestras escuelas la nada fotogénica palabra “dictadura.” La constitución vigente, además, posee una nítida impronta totalitaria, puesto que no puede cambiarse. En efecto, sus mentores intelectuales y juristas, encabezados por el fundador de la UDI, Jaime Guzmán, dejaron establecido que ella debía asegurar indefinidamente una “democracia protegida.” Para este fin, introdujeron en ella un burdo sistema de elecciones, el binominal, destinado, exclusivamente, a perpetuarla. ¿”Democracia protegida”? ¿Protegerla de quién? Por supuesto, del propio pueblo, porque sólo éste puede cuestionarla y cambiarla. Pues bien, los chilenos no podemos hacer tal cosa, aunque queramos, porque, simplemente, lo impide el sistema de elecciones vigente. Ergo, todavía estamos en dictadura, y lo seguiremos estando mientras éste no sea cambiado. Hasta hoy (15 de enero), la derecha más radical, representada precisamente por los dirigentes de la UDI, alega que la Constitución del 80 debe mantenerse (por supuesto, indefinidamente); rechazando, por lo tanto, la discusión sobre enmiendas al sistema binominal. Eso, a sabiendas que, objetivamente, la mayoría de los chilenos hoy quieren cambiarlo, como así lo indican absolutamente todas las encuestas en que ha estado este tema como consulta, y, además, que ya existe la voluntad del Presidente y una mayoría parlamentaria para que ello ocurra. En efecto, el sector de derecha más antiguo, que representa RN, cuyas raíces tienen raigambre republicana, se ha abierto a discutir cambios en el sistema binominal; cambios que, como señalo, conllevan la posibilidad de una nueva Constitución de la República. No sólo eso; también ha aceptado discutir una reforma tributaria que permita al Estado una recaudación mayor, la vía más a mano para mejorar muchos aspectos de la vida social, como el educacional, en primera línea. En este sector milita el Presidente de la República, razón por la cual, en estos precisos instantes, se está poniendo a prueba su autoridad y liderazgo como Presidente del país. Esto ocurre, por supuesto, porque la UDI hasta ahora no acepta ninguna de estas dos reformas. Esta situación ya es noticia internacional, y la grafica de este modo el influyente diario británico “The Financial Times”: “Chile needs a statesman, not a lame duck manager… to be fair, President Piñera has always been a hostage of UDI, one of the biggest parties of the ruling coalition…“” (Chile necesita un estadista no un gerente pato cojo… para ser justos, Piñera ha sido siempre un rehén de la UDI, uno de los partidos mayores de la coalición gobernante). En efecto, es sólo la presión de la UDI lo que tiene a Piñera en la estacada. Quizás, el Presidente está esperando que la UDI y RN lleguen en estos días a un acuerdo, aunque lo concreto y lo único que importa al país, es que en estos momentos los cambios al sistema binominal y una reforma tributaria son posibles y dependen del Presidente; incluso, repito, aunque no lo quiera la UDI. A Piñera, por cierto, preocupan las seguras movilizaciones estudiantiles y gremiales que se le vendrán encima este año 2012 si no realiza cambios en el país. Resulta en verdad increíble que la UDI siga en su postura a pesar de esta oscura perspectiva, y lo que es peor, que ahora es minoría en el Parlamento en la discusión del binominalismo y una reforma tributaria. Por otra parte, aunque la derecha cediera a la discusión de estos temas, es crucial que entienda que el país quiere cambios reales, y no tongos ni engañiflas. Entonces, la disyuntiva es ésta: o sigue la constitución del 80 con algún insignificante cambio por aquí o por allá, o se cambia el sistema binominal de elecciones por uno proporcional, como el que impera en todo el mundo democrático, lo que abre la posibilidad de votar una nueva constitución. Si esto último no ocurre, podría advenir una ola nacional de marchas, huelgas y disturbios de impredecibles consecuencias.

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