viernes, 18 de octubre de 2013

12 DE OCTUBRE

PROF. HAROLDO QUINTEROS. DIARIO EL LONGINO, 11 / 10/ 2013. Mañana es 12 de octubre, día feriado en Chile y fecha que aún se la llama en nuestro país y otros más americanos el día del “Descubrimiento de América,” el “Día de la Raza” y el “Día de la Hispanidad.” Se trata de una descomunal aberración que merece aclararse. Partamos por dejar establecido que los estados europeos, como en todos los lugares que conquistaron para su beneficio en los siglos XV y XVI fundamentalmente, vinieron a América exclusivamente a buscar oro y plata, el acicate que entonces movía las noveles industrias de las metrópolis de Europa, fenómeno que diera origen al capitalismo moderno. Como sabemos, aquel objetivo fue cumplido de modo dramáticamente eficaz. Europa creció y se desarrolló vertiginosamente, mientras que más de la mitad de la población continental aborigen americana fue aniquilada en menos de cien años. La “conquista” no tuvo, entonces, motivaciones civilizatorias, menos aun de idealista o heroico, salvo la prédica de algunos sacerdotes y laicos que defendieron hasta el fin los derechos de los hombres y mujeres que constituían nuestros pueblos originarios, en tanto seres humanos. Si los españoles se quedaron aquí fue sólo para facilitar la continuidad de aquella empresa expoliatoria, un proceso de dominación por la fuerza bruta del fuerte contra el débil, que, terminó con la gesta independentista. La verdad es que el 12 de octubre no es más que una fecha española; de ahí que resulta realmente inexplicable que la celebremos como nuestra. Los tres apelativos mencionados que ha recibido en España son totalmente incorrectos, porque ninguno refleja su significado. Ni siquiera la misma fecha, porque Colón no llegó a América el 12 de octubre, sino el 21 de ese mes, según la corrección del calendario gregoriano con respecto al juliano, vigente en 1492. “Descubrimiento de América” debe ser el más inexacto, porque la noción “descubrimiento” tiene un sesgo centro-étnico que, desde el punto de vista antropológico moderno, es inaceptable, por lo menos, por dos razones. Primero, porque Europa y España no pretendían descubrir nada, sino ocupar militarmente Asia por el occidente, ya conocida por los europeos antes del siglo XV. Luego de llegar a América, creyendo que se había llegado a Cipango (Japón), Catay (China) y la India, ese fue precisamente el error que por casi un siglo prevaleció en Europa. Segundo, porque no se descubren personas, sino cosas; a otros hombres, sólo se los conoce. Además, el territorio americano era, obviamente, conocido por los cerca de 100 millones de hombres y mujeres que lo poblaban, tan seres humanos como los españoles. Ergo, Colón, en estricto rigor, no descubrió absolutamente nada. “Día de la Raza” (de la “raza” española, desde luego) es otra aberración de carácter mayor. Como señalan los sociólogos estadounidenses Mac Iver y Page, sólo puede admitirse la existencia de una raza, la humana, puesto que, como lo ha determinado definitivamente el descubrimiento del genoma, las diferencias biológicas entre los seres humanos son insignificantes, aunque en ello vaya el color de la piel o ciertos rasgos de la forma del cráneo. Hoy sólo puede hablarse de “pueblos,” “etnias” y “comunidades,” lo que los españoles y todo el mundo civilizado saben muy bien; a tal punto, que el nombre “Día de la Raza” fue anulado oficialmente en España, aunque por aquí aún hay algunos que lo repiten. En efecto, el rey Alfonso XIII, padre de Juan Carlos, lo había decretado en la segunda década del siglo pasado, pero el Estado español decretó su fin en 1987. “Día de la Hispanidad,” también es inexacto, no sólo porque no hay ninguna relación racional entre el arribo de Colón a una tierra desconocida con la que se topó por casualidad, y la cultura española, sino porque la influencia hispana cubre un mundo mucho mayor que la Iberia española, tanto en lo lingüístico como en lo cultural general. Hoy, el 12 de octubre tiene en España un solo apelativo, “Día Nacional.” Sin embargo, todavía los españoles discuten la validez de la fecha, por la plena conciencia que ahora se tiene allí sobre el significado de la incursión hispana en América, hace más de cinco siglos. Por cierto, hay días en la historia de España más significativos como para constituirse en su Día Patrio, como el de la victoria de los Reyes Católicos sobre el Islam a comienzos de 1492, el del nacimiento del gran Cervantes, el novelista más excelso de la historia; o los días de la heroica resistencia popular contra el invasor Napoleón en Aranjuez. Esos, entre muchos más, reflejan de verdad el alma e historia de España.

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